
Bebé prematuro

El niño prematuro nace con una “inmadurez” de sus órganos y sistemas (respiración, control de temperatura, digestión, metabolismo,…), esto le hace más vulnerable a las enfermedades y más sensible a los agentes externos (luz, ruido, etc.).
Pero no todos los niños prematuros van a presentar los mismos problemas por lo tanto a cada uno, se le deberá realizar una valoración por parte de un equipo multidisciplinar.
La Atención Temprana tiene como objetivo mejorar o prevenir los probables déficits en el desarrollo psicomotor de niños con riesgo de padecerlos, creando ambientes ricos en estímulos que nos permitan potenciar la adquisición de capacidades que no han sido debidamente maduradas, brindando una gran oportunidad para desarrollar al máximo sus capacidades.
La eficacia de la Atención Temprana se basa en la máxima capacidad de asimilar e integrar nuevas experiencias en edades tempranas del desarrollo, gracias a la posibilidad de aumentar las interconexiones neuronales, en respuesta a ambientes enriquecidos con estímulos debidamente programados.
El tratamiento puede consistir en un seguimiento preventivo o en una intervención concreta tan pronto como se detecte la necesidad.
El papel de las familias resulta esencial, ya que el vínculo socio afectivo es uno de los canales de información más enriquecedores y estimuladores.