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LOGOPEDIA
La Logopedia engloba el estudio, prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, manifestados a través de patologías y alteraciones en la voz, el habla, el lenguaje (oral, escrito y gestual), la audición y las funciones orofaciales, tanto en población infantil como adulta.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo al logopeda?
Si detectas en torno a estas edades algunos signos como los que mostramos a continuación, puede ser recomendable consultar con un profesional.
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De 0 A 4 MESES
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No sonríe ni mantiene contacto ocular.
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No reacciona ante el sonido ni la voz.
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No emite sonidos.
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No succiona bien.
DE 8 A 12 MESES
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No gira la cabeza al oír su nombre.
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No comprende las palabras de su entorno.
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No produce sonidos con intención comunicativa.
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De 4 A 8 MESES
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No mueve la cabeza hacia el sonido.
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No intenta imitar los sonidos del adulto.
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No responde a los cambios de entonación del adulto.
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No aparece el balbuceo.
DE 1 A 2 AÑOS
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No señala cuando quiere algo.
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No comprende ordenes sencillas como “toma”, “dame”, “no”…
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No dice palabras con significado.
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No utiliza el NO.
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No acepta bien la dieta sólida ni mastica o lo hace con dificultad.
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No utiliza el juego simbólico.
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No dice su nombre.
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No construye frases de 2 palabras.
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DE 4 A 5 AÑOS
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Respira con la boca abierta.
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Traga enseñando la lengua.
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Su voz se altera frecuentemente ( afonías…)
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No arranca a hablar “ se atasca o prolonga sonidos”-
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Solo lo entienden las personas de su entorno.
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No puede relatar hechos sencillos.
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No interacciona con otros niños.
3 AÑOS
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Utiliza pocos verbos.
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No realiza frases de 3 palabras.
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No formula preguntas.
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No utiliza el plural ni las preposiciones.
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No comprende relatos sencillos.
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Tiene babeo o presenta una mala oclusión dental.
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DE 5 A 6 AÑOS
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No pronuncia bien todos los sonidos del lenguaje ni se explica correctamente.
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Confunde palabras como antes/ después, hoy/ mañana…
DE 6 A 9 AÑOS
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Confunde la izquierda con la derecha.
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Le cuesta contar.
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Tiene falta de atención y concentración.
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Al leer confunde letras, cambia silabas y sustituye unas palabras por otras.
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No usa los signos de puntuación.
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No comprende lo que lee.
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Al escribir comete errores en la secuencia, dirección y tamaño de la letra.
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Omite, añade y/o sustituye letras al escribir.
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Escribe los números en espejo.
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Mezcla las letras mayúsculas con las minúsculas.